domingo, 29 de noviembre de 2009
2009. AÑO 7:45
jueves, 26 de noviembre de 2009
MARATÓN ZARAGOZA 2009
lunes, 23 de noviembre de 2009
EVA, MARINA , LA MARATÓN Y EL 7:45

http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/noticia.asp?pkid=540403
El Maratón de Zaragoza-Gran Premio Ibercaja.
Una mañana inolvidable
La capital aragonesa se volcó con la carrera de 42.195 metros de longitud La prueba contó con 750 voluntarios municipales y un centenar de policías.
23/11/2009 R. M.
- Foto:R. MARTÍ
Todo buen acontecimiento atlético que se precie en Aragón tiene su parte solidaria. El Maratón de Zaragoza no podía ser menos. Junto a los 1.500 maratonianos, salió la carrera cuya recaudación se iba a destinar a un proyecto-escuela en Etiopía.
Había overbooking de políticos. Encabezaban la carrera encantados de la vida Álvaro Burrell, director de deportes del Gobierno de Aragón; José Antonio Acero por la DPZ; Javier Hernández, el mediático presidente de la territorial; el doble campeón del mundo Abel Antón y Jesús Arroyo. El ejeano, un verdadero showman del atletismo aragonés, llevaba el globo rojo como liebre de la carrera y animaba a la concurrencia con su altavoz.
A las diez partió la carrera de 5.000 metros. Ganaron Roberto Clavijo y Silvia Ferrer. Pero los grandes protagonistas fueron, junto a los maratonianos, todos los que colaboraban y animaban al borde de la carretera. Trabajaron 750 voluntarios del municipio. Alfonso tiene 61 años y estaba con otros tres voluntarios en la Arboleda de Macanaz. "Vigilamos que no se metan los coches por donde pasan los corredores. Llevamos desde las ocho y media de la mañana".
En el Puente de Piedra había gran animación. Se colocó un avituallamiento de FEAPS. "A las nueve hemos montado el puesto. Damos agua, fruta y bebida isotónica. Me llama la atención el esfuerzo de los atletas. Nos han ayudado chavales con discapacidad intelectual", apuntaba José Manuel Giral.
Retirados
La cara triste de la carrera es la de los retirados. El escalador David Castillo abandonó en el kilómetro 32, en la Expo, y le fue a buscar con la bici Silvia, su prometida. "En el avituallamiento del 25 no podía levantar las piernas, aunque de corazón iba bien. Pero estoy muy contento y el entrenamiento ha sido muy bueno", explicaba.
Marina y Eva se pusieron al borde el Ebro en el kilómetro 38, el momento en que más sufren los atletas. Iban con unos pompones. "Hemos corrido otros maratones y nos encantan que nos animen. Correspondemos porque tenemos un montón de amigos". Animaba a amigos de los clubs 7.45, Horizonte y de Ibercaja. "Hemos traído una mochila con bebida isotónica", decía Eva.
También había voluntarios en el Puente de Santiago que llevaban reflex para dar a los participantes. Estaban a dos kilómetros de meta. "Con esto se les alivia el dolor. Venimos del Club Patinar Zaragoza. Estamos doce", decían Eduardo y Ricardo.
A los pies de la Iglesia de San Gil se colocaron dos policías municipales del centenar que trabajaron en la mañana. "Controlamos que los vehículos no invadan el paso de los atletas. Llevamos desde las ocho de la mañana. Alguna persona mayor se ha cruzado", explicaba David.
De Almería vino Diego, que tiene 60 años. Y terminó orgulloso con su medalla. "Es la primera maratón que hago. He corrido en 3.35, pero me he lesionado en el pie. Me ha gustado mucho Zaragoza. Hemos venido a la aventura doce compañeros. Este año he hecho 12 maratones y siempre me llevo copa", apuntaba el pequeño.
jueves, 19 de noviembre de 2009
SONIA MEDIÁTICA

Últimamente las mujeres del 7:45 son noticia y aparecen en los papeles. En esta ocasión es Sonia la protagonista de un artículo en el Heraldo de Aragón dedicado a los apasionados por las maratones.
Dejo el enlace y transcribo el texto.
http://www.heraldo.es/noticias/detalle/pasion_por_las_largas_distancias.html
Un profesor de educación física retirado, una bióloga investigadora y un ejecutivo. Tres ejemplos de vidas antagónicas, pero con una misma pasión: el maratón. Andrés Gracia, Sonia Santander y José Miguel Cócera mantienen una relación de amor con este deporte de fondo y los tres participarán el próximo domingo en el III Maratón Internacional-Gran Premio de Ibercaja de Zaragoza.
A sus 69 años, Andrés Gracia será el corredor más veterano de entre los 1.500 que tomen la salida. Este maestro de educación física jubilado no se pone nervioso ante su próxima cita deportiva. Afirma que después de correr 32 maratones por todo el territorio nacional, el de Zaragoza solo es uno más y que no se va a marcar ningún reto, aunque no por ello pierde su sentido de la competitividad. "Me apasionan los piques y no me gusta que me ganen", dice.
Andrés celebrará el próximo 8 de febrero su 70 cumpleaños y, de momento, no se plantea guardar las zapatillas y el pantalón corto. "Disfruto mucho corriendo, no tengo problemas durante las carreras y después me recupero bien. No quiero dejar el atletismo", explica con voz vigorosa.
El domingo correrá el maratón zaragozano sin un objetivo establecido. "Intentaré ir cómodo. Los 12 kilómetros por hora los llevo bien. La primera edición la hice en tres horas y veintitrés minutos, y espero estar sobre ese tiempo. La táctica es tener el trote bien cogido", manifiesta el ex profesor de los colegios de San Braulio y Miraflores.
Para disputar un maratón hay que estar en una forma física aceptable, pero también se debe ser fuerte psicológicamente, algo que para Andrés no es un problema. "Entreno todos los días, pero mentalmente no me preparo. Me conozco tan bien y tengo tan asimilado el maratón que no me hace falta", aunque añade que "nunca hay que perderle el respeto".
Quien sí que necesita mucha preparación psicológica es Sonia Santander. "Es la parte más dura. Cualquiera que tenga fondo puede acabar, pero si tu mente no aguanta y dice no, es imposible continuar adelante", comenta. Esta gaditana de 31 años afincada en Zaragoza es bióloga y trabaja de investigadora. Cuenta que el apoyo moral que recibe de su novio y de su familia es fundamental para acabar las carreras de fondo.
Una embolia pulmonar le privó de correr el I Maratón de Zaragoza, pero el año pasado se quitó la espina clavada y la completó en menos de cuatro horas. Ahora lleva cuatro meses entrenando para la cita del domingo. No se marca un tiempo y simplemente busca divertirse en la carrera. Ha disfrutado y lo sigue haciendo mientras corre, pero nunca olvidará el trance por el que tuvo que pasar en el Maratón de Barcelona. "A falta de un kilómetro vi a un chico que acababa de morir y me quedé totalmente bloqueada", relata.
Pese a los duros momentos, Sonia asegura que "disfruto muchísimo en los entrenamientos y durante el tiempo que dura el maratón. Son tres o cuatro horas en los que me evado de los problemas del trabajo y que son de una gran recompensa personal", concluye.
"Una lucha contra mí mismo"
José Miguel Cócera se inició en el atletismo para apartarse de su trabajo como jefe de zona en Tarragona, Lérida y Aragón de una empresa de alquiler de vehículos. "El trabajo me consumía y necesitaba soltar adrenalina. Empecé a correr para liberar estrés y porque me daba mucha libertad". Tiene 37 años y compite de forma seria desde hace cinco. Desde entonces ha participado en el Maratón de Barcelona (en dos ocasiones), Madrid, Nueva York y Praga.
José Miguel reside en Tarragona, pero su profesión le obliga a permanecer en la capital aragonesa mucho tiempo y, no en vano, luce la elástica del Running. Por primera vez disputará el Maratón de Zaragoza, y para ello lleva preparándose tres meses. Este ejecutivo tiene muy claro por qué le atraen el atletismo y las largas distancias. "Sé que nunca voy a ganar una carrera, pero siempre tratas de mejorar las marcas. Es una lucha contra mí mismo. Además, me aporta tener un buen estado de forma, algo beneficioso en la vida diaria", dice José Miguel.
Algunas de esas ventajas las relata con sumo entusiasmo: "Es curioso. Padecía mucho de rodillas y tobillos, pero desde que comencé a correr con asiduidad me encuentro mucho mejor. También he adelgazado. De 80 kilos he pasado a 65 y no he vuelto a tener ni un solo resfriado. No sé lo que es una aspirina".
Son sólo tres ejemplos de las 1.500 historias que, por un motivo u otro, se lanzarán al asfalto zaragozano para completar los 42.195 metros del trazado.
domingo, 15 de noviembre de 2009
LAS HEROÍNAS DE CENTRAL PARK
http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/noticia.asp?pkid=537855
El sueño cumplido
Las hermanas Cathy y Anabel Navarro disputaron el Maratón de Nueva York Las atletas veteranas del Stadium Casablanca cumplieron una experiencia "irrepetible".
12/11/2009 R. MARTÍHace doce días que Cathy y Anabel disputaron el maratón de Nueva York y todavía se encuentran en una nube. Estas fondistas veteranas del Casablanca son las mujeres más felices del mundo. Su amplia sonrisa delata que han vivido una experiencia impresionante, inolvidable. Acostumbradas a correr las populares aragonesas, en la ciudad de los rascacielos han vivido una cosa muy diferente.
Esta primavera la pasión de Cathy Navarro arrastró a su hermana Anabel. En mayo ya se habían apuntado por internet para correr en una de las ciudades más importantes del mundo. Acreditaron un crono y poco después fueron seleccionadas. La inscripción costaba 180 euros. "Cuando me mandaron el mail confirmando que podíamos correr, di unos saltos en mi casa como si me hubiera tocado la lotería. También se puede correr por sorteo o dando un donativo de 2.500 dólares", explica Cathy.
Para ambas, lo de menos era la marca. Había que vivir la experiencia. "La preparación que llevaba no era muy buena", afirma Anabel. Cathy corrió el 20 de septiembre el Maratón de Berlín, donde tuvo problemas en su rodilla. "Después arriesgué y corrí la media de Andorra y fui muy despacio". Anabel se inició en el atletismo en velocidad con el Olimpo. Después se pasó al Casablanca, comenzó a correr fondo y ya ha disputado los maratones de Valencia y San Sebastián. Cathy lleva 20 años en el atletismo y ya compitió en San Sebastián y Zaragoza.
La salida
La salida era en Staten Island y después pasaron el Puente Verrazano. La marabunta era de 45.000 corredores. Su familia fue hasta allí para animarlas. "Las salidas eran escalonadas y comenzamos media hora más tarde que la élite. Todo lo que nos sucedía era muy bonito y salí con mucha energía. Mi hermana iba delante y la tenía muy cerca. Fui regulando y no quería cebarme. El objetivo era terminar", afirma Cathy, que acabó en 3.55.28 y entrando alrededor del puesto 12.000. Anabel llegó un poco antes: entre los 9.000 primeros en 3.46.36.
Esa mañana hacía mucho frío, poco más de cero grados. "Salimos del hotel a las cinco y media y llegamos una hora más tarde. Un autobús de la organización nos vino a recoger. Hasta la salida estuvimos mucho tiempo a la intemperie", dice Anabel. Con todo el centro de Nueva York paralizado, en ningún momento tuvieron la sensación de caos. "Era tan buena la organización, que no había colas para nada". Anabel tuvo muy buenas sensaciones en la carrera. "Competir con frío me gusta. Correr con tanta gente era como ir a rebufo. Pero en el kilómetro 18 tuve flato".

